¿ES POSIBLE EL MARKETING PERSONAL?
Por el profesor Polo
En el marketing
moderno es usual el estudio de las 4 P: Producto, Precio, Plaza o lugar y
Promoción.
El producto es el resultado de varios insumos. Como sabemos
, buenos insumos dan buenos productos, y malos insumos producen malos
productos. El precio es la cantidad monetaria en que se valora el producto o
servicio. La plaza es el lugar donde decidimos vender o comprar el producto, y
la promoción tiene por objeto comunicar, recordar y persuadir acerca de la
existencia de un producto o servicio.
Todo lo anterior está muy bien tratándose de conceptos
relacionados con la comercialización. Pero quisiera que se hagan las siguientes
preguntas:
¿Es posible adaptar
estos conceptos del marketing en nuestras vidas?
¿Podemos usar estas 4 P en nuestro beneficio?
En suma: ¿Es posible plantearnos nuestro propio marketing
personal?
Para encontrar una respuesta, analicemos estas opciones:
Producto:
A lo mejor los seres humanos nos podemos comparar con un
producto. A lo mejor somos el resultado de varios insumos. ¿No son nuestros
insumos en la vida la familia, el barrio, el colegio, nuestra formación? ¿No
somos acaso el resultado de nuestros insumos en la vida?
Precio:
El sueldo que nos ofrece una empresa al contratarnos lo
aceptamos o lo rechazamos si lo consideramos muy bajo en relación a lo que
podemos dar. ¿Es decir, ¿no le ponemos un precio a nuestra mano de obra cuando
nos ofertamos en el mercado laboral?
Plaza o lugar:
Usualmente no elegimos el lugar de nuestra residencia, el
sitio donde vamos a comprar o vender, el lugar donde queremos trabajar?
Promoción:
¿No nos promocionamos cuando pedimos a nuestros amigos o
familiares que nos pasen la voz acerca de un trabajo? ¿Para que sirve nuestro
Currículum Vitae?
Si bien es cierto que podemos encontrar mucha similitud
entre las 4P del marketing y nuestro accionar en el mercado laboral, también es
verdad que no necesariamente una persona está condenada a ser el resultado de
sus insumos, tal como inexorablemente ocurre con los productos. La relación
insumo-producto no funciona para los seres humanos. Dicho de otro modo: aún
habiendo tenido todos los insumos en contra, una persona puede ser un excelente
producto terminado. Ejemplos sobran por miles o millones en nuestro país y en
el mundo entero. El ser humano tiene el libre albedrío, su propia voluntad para
decidir ser un producto bueno aunque sus insumos en las vida no hayan sido de
los mejores....También podemos elegir ser un mal producto..... Todo depende de
nosotros, de nuestra voluntad, no del ayer, sino del ahora, de cómo hemos
decidido enfrentar al futuro.