martes, 17 de marzo de 2015

¿ES POSIBLE EL MARKETING PERSONAL?

Por el profesor Polo


En el  marketing moderno es usual el estudio de las 4 P: Producto, Precio, Plaza o lugar y Promoción.

El producto es el resultado de varios insumos. Como sabemos , buenos insumos dan buenos productos, y malos insumos producen malos productos. El precio es la cantidad monetaria en que se valora el producto o servicio. La plaza es el lugar donde decidimos vender o comprar el producto, y la promoción tiene por objeto comunicar, recordar y persuadir acerca de la existencia de un producto o servicio.

Todo lo anterior está muy bien tratándose de conceptos relacionados con la comercialización. Pero quisiera que se hagan las siguientes preguntas:
 ¿Es posible adaptar estos conceptos del marketing en nuestras vidas?
¿Podemos usar estas 4 P en nuestro beneficio?
En suma: ¿Es posible plantearnos nuestro propio marketing personal?

Para encontrar una respuesta, analicemos estas opciones:
Producto:
A lo mejor los seres humanos nos podemos comparar con un producto. A lo mejor somos el resultado de varios insumos. ¿No son nuestros insumos en la vida la familia, el barrio, el colegio, nuestra formación? ¿No somos acaso el resultado de nuestros insumos en la vida?

Precio:
El sueldo que nos ofrece una empresa al contratarnos lo aceptamos o lo rechazamos si lo consideramos muy bajo en relación a lo que podemos dar. ¿Es decir, ¿no le ponemos un precio a nuestra mano de obra cuando nos ofertamos en el mercado laboral?

Plaza o lugar:
Usualmente no elegimos el lugar de nuestra residencia, el sitio donde vamos a comprar o vender, el lugar donde queremos trabajar?

Promoción:
¿No nos promocionamos cuando pedimos a nuestros amigos o familiares que nos pasen la voz acerca de un trabajo? ¿Para que sirve nuestro Currículum Vitae?

CONCLUSIÓN

Si bien es cierto que podemos encontrar mucha similitud entre las 4P del marketing y nuestro accionar en el mercado laboral, también es verdad que no necesariamente una persona está condenada a ser el resultado de sus insumos, tal como inexorablemente ocurre con los productos. La relación insumo-producto no funciona para los seres humanos. Dicho de otro modo: aún habiendo tenido todos los insumos en contra, una persona puede ser un excelente producto terminado. Ejemplos sobran por miles o millones en nuestro país y en el mundo entero. El ser humano tiene el libre albedrío, su propia voluntad para decidir ser un producto bueno aunque sus insumos en las vida no hayan sido de los mejores....También podemos elegir ser un mal producto..... Todo depende de nosotros, de nuestra voluntad, no del ayer, sino del ahora, de cómo hemos decidido enfrentar al futuro.